Reproducimos la reseña escrita por Ricardo Martínez sobre el poemari "Imprecisiones de ser" de Gustavo Javier Travi.
Desconozco al autor, no sé nada de él, PERO
tiene verso (cuando es así, es el propio y el de
todos) y eso le hace próximo al lector. Tal es el
secreto, el fecundo, de la poesía.
Señalo algunos versos que, por una u otra
razón, me parecen relevantes y justificarían el
visitar su obra ‘por dentro’ Incluso se da una
particularidad: a veces los versos entresacados
van juntos y conforman la esencia del poema.
Otras están separados pero, a la vez, serían
capaces de componer un poema genérico,
digamos.
De ahí la relevancia de lo leído: “¿Algo así
como una lentitud, /otra cosa y del otro lado?”
“Llorar es un ámbito sin idioma” “El creador
mira extrañado su creación” “La rivera perfuma/
a cambio de nada” Todo este valor estético y
significativo, en
efecto, en mi opinión, dan materia
fecunda de lectura al atento lector y, a la vez,
respaldan una fidelidad al título, algo que hace el
efecto como de definir el espejo.
Vale la pena, pues, sin duda la lectura de este
libro, el cual entraña esa satisfacción añadida por
el valor que tiene la novedad. Considero que la
poesía es eso, comunicación en el mejor y más
amplio sentido; compañía inteligente, sugerente,
original, esos atributos que aminoran la soledad.
A veces, en la realidad, pareciera que “alguien
tuerce la curiosa simetría”; la realidad puede
deparar esos efectos de percepción. Una
percepción que pudiera sentirse también de este
modo etéreo: “Supuesto vuelo/ nadie de un lado,
nadie del otro/ antes de irse/ había roto la última
brújula” Y ¿por qué?: “porque ir es no saber a
dónde” Eso dice el poeta: el que suscita y
acompaña.
Ricardo Martínez